Los testimonios pueden ser vivencias positivas o negativas con las cuales esperamos que otros aprendan a hacer lo mismo o evitar hacer lo mismo.
Jesucristo tiene un gran anhelo, un gran deseo. Que todo el mundo sea salvo. 1 Timoteo 2: 4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
Jesús cumplió con su parte morir en una cruz y después resucitar para de esta forma propiciar la salvación para el mundo.
La otra parte nos corresponde a nosotros. La única forma que el mundo tiene para conocer este hallazgo maravilloso es si nosotros nos atrevemos a contar lo que él hizo en nuestra vida. Romanos 10: 14 “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”
La única forma que nuestros hijos tienen para no olvidarse de Dios es si nosotros les damos testimonio de las maravillas que nuestro Dios ha hecho. Josué 4: 5-7 “Y les dijo Josué: Pasad delante del arca de Jehová vuestro Dios a la mitad del Jordán, y cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, 4:6 para que esto sea señal entre vosotros; y cuando vuestros hijos preguntaren a sus padres mañana, diciendo: ¿Qué significan estas piedras? 4:7 les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron divididas delante del arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se dividieron; y estas piedras servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre.”
Las nuevas generaciones continuaran enamoradas de jehová y le tendrán honra si nosotros les trasmitimos sus enseñanzas. Deuteronomio 11: 19 “Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,”
El mundo podrá conocer de nuestro Dios si abrimos nuestra boca para dar testimonio de su grandeza. V 24 “para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.”
Las empresas grandes y que gozan de gran prestigio utilizan este método llamado testimonio. En sus reuniones hacen que algunas personas cuenten sus testimonios de prosperidad a los nuevos empleados.
El mandato de Jesús no solo a sus discípulos es que todos los que decimos estar con el demos testimonio de lo que hemos vivido a su lado. Juan 15: 27 “Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
Con la ayuda del espíritu santo podremos ser fieles al mandato de nuestro Dios. No luches en tus fuerzas pídele al espíritu santo que te ayude. Hechos 1: 8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Los verdaderos cristianos o discípulos de Jesús se los conoce por sus frutos. Mateo 7: 16 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”
No mires el dar testimonio de las maravillas de Jesús como una orden, hazlo por agradecimiento a lo que el a hecho por ti. Y por amor a los demás que todavía se encuentran sumidos en la inmundicia por no conocer de Jesucristo.